Descubre La Vall de Laguar: La joya escondida de la Costa Blanca
- 20.05.2025
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Descubre La Vall de Laguar: La joya escondida de la Costa Blanca
La Vall de Laguar es uno de esos secretos que esconde la Costa Blanca, un destino que, lejos de las multitudes playeras y del turismo de masas, ofrece paisajes vírgenes, tradición, cultura y tranquilidad. Ubicada en el corazón de la provincia de Alicante, entre montañas y barrancos escarpados, La Vall de Laguar está compuesta por tres pequeños pueblos que parecen haberse detenido en el tiempo: Campell, Fleix y Benimaurell, junto con el núcleo de Fontilles. Tanto si eres amante del senderismo, la historia, la gastronomía autóctona o simplemente buscas la paz perdida en otros rincones turísticos, aquí encontrarás tu paraíso.
Índice
- ¿Dónde está La Vall de Laguar?
- Historia y raíces de La Vall de Laguar
- Los pueblos de La Vall de Laguar
- Naturaleza y paisajes: un regalo para los sentidos
- Senderismo: El paraíso para los amantes del trekking
- El Barranco del Infierno: La Catedral del Senderismo
- Gastronomía: Sabores auténticos y tradicionales
- Fiestas, tradiciones y cultura popular
- Patrimonio y puntos de interés
- Alojamiento: ¿Dónde dormir en La Vall de Laguar?
- Consejos prácticos para visitar La Vall de Laguar
- Excursiones cercanas y rutas en la Costa Blanca interior
¿Dónde está La Vall de Laguar?
Situada a unos 80 kilómetros de Alicante y a aproximadamente 25 kilómetros de la costa —con Denia como referencia marítima más cercana—, La Vall de Laguar se encuentra en el norte de la comarca de la Marina Alta. Este valle está protegido por la sierra del Cavall Verd (o sierra del Penyó) y el impresionante Barranco del Infierno, un cañón natural que ha dado fama a la zona.
Llegar hasta aquí es sencillo si viajas en coche —la bicicleta también es una opción para los más aventureros gracias a sus suaves curvas y paisajes—. Desde Denia o Ondara, basta tomar la carretera CV-731 y, después de pasar Orba y Tormos, adentrarse en el valle a lo largo de una angosta pero encantadora carretera repleta de curvas y miradores.
Un enclave estratégico entre mar y montaña
La posición privilegiada del valle permite disfrutar tanto del mediterráneo azul como de los frondosos bosques, los riscos agudos y los almendros en flor. Su altura varía entre los 200 y 600 metros sobre el nivel del mar, lo que le confiere una climatología tan suave como singular, y paisajes que cambian a lo largo del año.
¿Por qué visitar un destino tan “secreto”?
La Vall de Laguar ha permanecido al margen del turismo tradicional, lo que la ha convertido en una joya escasamente explotada y, por tanto, en un refugio ideal para quienes buscan autenticidad, tranquilidad y naturaleza intacta.
Historia y raíces de La Vall de Laguar
El destino que hoy conocemos como La Vall de Laguar posee una historia rica, forjada a lo largo de siglos y marcada por el paso de diferentes civilizaciones. Ya en tiempos de la antigüedad, este abrigo natural fue valorado por romanos, íberos y musulmanes, que supieron aprovechar sus tierras fértiles y su difícil acceso para establecer asentamientos protegidos.
La huella morisca en la historia
Uno de los hechos históricos más relevantes de la Vall de Laguar es el último refugio de los moriscos (musulmanes convertidos al cristianismo tras la Reconquista). Tras la orden de expulsión de los moriscos en 1609, miles de ellos se refugiaron en los riscos del Barranco del Infierno, resistiendo durante meses a las tropas reales en una de las últimas rebeliones moriscas de la península.
Esta lucha dejó una profunda huella, evidente hoy en día en los nombres árabes de los pueblos, los bancales de sus laderas y su sistema de acequias. Todavía pueden contemplarse restos de antiguos castillos, torres de vigilancia y ermitas que evocan este pasado fascinante.
El significado de “Laguar”
El término “Laguar” deriva del árabe “al-Aguar” (los barrancos), en clara referencia a la geografía abrupta que define el valle. Las vertiginosas paredes del barranco, y la propia dificultad de acceso históricamente, ayudaron a preservar sus tradiciones y a configurar el carácter resiliente de sus habitantes.
Una comarca de tradiciones vibrantes
No sólo la historia “oficial” es relevante aquí: las costumbres, la lengua propia (valenciano), las canciones, leyendas y oficios tradicionales perviven en la Vall de Laguar como en pocos lugares de la Comunidad Valenciana.
Los pueblos de La Vall de Laguar
El valle está formado por tres encantadoras aldeas, cada una con su propia personalidad, costumbres y tesoros. Cada pueblo es un mirador natural a los barrancos, a los almendros, a los bancales escalonados y a las cimas que los protegen.
Campell
Es el más bajo de los tres pueblos y el primero en encontrarse tras acceder al valle. Un rincón rural de callejuelas empedradas, fuentes y flores en los balcones. La plaza principal, con su iglesia y sus casas blancas, invita a detenerse y degustar la hospitalidad local.
Fleix
Situado en el corazón del valle, es el punto de partida de la Ruta de los 6.800 escalones del Barranco del Infierno. Aquí se encuentra el “Mirador de la Vall de Laguar”, desde el que se disfrutan vistas sobre el barranco y los pueblos colindantes. Fleix es pequeño, acogedor y representa el alma montañesa del valle.
Benimaurell
Enclavado en la parte más alta, Benimaurell ofrece las panorámicas más espectaculares sobre el Parque Natural de la Marjal de Pego-Oliva y la costa mediterránea. Destacan en su entorno los campos de cerezos y el antiguo Lavadero municipal, aún en uso. Desde aquí, el atardecer se convierte en un espectáculo de colores imposible de repetir.
Fontilles
Además de los tres pueblos tradicionales, el núcleo de Fontilles merece mención especial. Fundado en el siglo XX como sanatorio para pacientes de lepra, hoy destaca por su arquitectura singular, sus jardines y su interés histórico-social, con rutas de senderismo propias y un espíritu solidario que se descubre al recorrerlo.
Naturaleza y paisajes: un regalo para los sentidos
La Vall de Laguar se caracteriza por una naturaleza exuberante y virgen, donde destacan el Barranco del Infierno, la sierra del Cavall Verd y las incontables terrazas de cultivos tradicionales. El aire puro, el silencio y los aromas de la sierra se confunden con el rumor de las fuentes y el canto de los pájaros autóctonos.
Paisajes de montaña mediterránea
- Sierra del Penyó o Cavall Verd: Con una altitud máxima en torno a los 787 metros, esta sierra separa la Vall de Laguar del resto de la Marina Alta. Su cima es accesible por senderos y brinda vistas inigualables sobre la costa.
- Terrazas y bancales: El paisaje agrícola en forma de terrazas escalonadas es un testimonio vivo de la tenacidad de generaciones pasadas por aprovechar cada palmo de terreno.
- Barranco del Infierno: Bosch de granadas, pinos, encinas y choperas se combinan con la roca desnuda y los cursos de agua. Un desafío para excursionistas y el paraíso de los aficionados a la fotografía de naturaleza.
Fauna y flora
Las condiciones climáticas y el aislamiento han favorecido la presencia de especies singulares. El matorral mediterráneo, los almendros, los viñedos, los algarrobos y los cerezos llenan de vida la primavera con un espectáculo floral irrepetible. Entre la fauna destacan especies como el águila real, el cernícalo, la cabra montés o el jabalí.
Ríos, fuentes y manantiales
El agua, elemento vital en la economía y la vida local, aparece en manantiales, aljibes y pozos centenarios. Destacan fuentes como la de Campell o la de Benimaurell, en torno a las cuales gira la vida social y doméstica de los habitantes de la vall.
Senderismo: El paraíso para los amantes del trekking
La Vall de Laguar es, posiblemente, uno de los destinos más reverenciados del interior de la Costa Blanca para senderistas y deportistas de montaña. El paisaje dramático, los antiguos caminos de herradura, los puentes de piedra y las rutas diseñadas por los moriscos para salvar los barrancos convierten al valle en una meca del senderismo.
Las rutas más famosas y exigentes
- La Ruta del Barranco del Infierno (PR-CV 147): Conocida como la “Catedral del Senderismo”, es una ruta circular de unos 14 kilómetros con más de 6.800 escalones tallados en piedra, considerada una de las más duras y bellas de España.
- Ascensión al Cavall Verd: Sendero de dificultad media, idóneo para disfrutar de la vegetación y obtener vistas panorámicas del valle y el litoral.
- Camino de los Bandoleros: Ruta histórica que rememora el uso de estos caminos por antiguos bandoleros y contrabandistas entre los siglos XVII y XIX.
- Mirador de la Vall de Laguar: Una opción sencilla que permite contemplar, sin apenas esfuerzo, una panorámica impresionante del entorno.
Consejos para los senderistas
- Evita las horas centrales del día en verano: el calor puede ser intenso.
- Lleva calzado adecuado, abundante agua y protección solar.
- Infórmate sobre el estado del tiempo y las rutas antes de salir.
- Trata de no dejar residuos y respeta siempre el entorno natural.
Excursiones guiadas y rutas señalizadas
Diversas empresas y guías locales organizan rutas explicativas por el valle, desvelando no solo la belleza del entorno, sino sus leyendas, historias y detalles etnológicos más interesantes.
El Barranco del Infierno: La Catedral del Senderismo
El Barranco del Infierno atraviesa el corazón de la Vall de Laguar y es, sin duda, el gran protagonista natural de la región. Este profundo cañón modelado por el río Girona y escarpados acantilados ha sido testigo de resistencia morisca, aventuras, leyendas y proezas deportivas.
Características del Barranco
- Profundidad: Hasta 400 metros en algunos puntos.
- Longitud: El tramo transitable es de unos 10 km, aunque el sistema de barrancos es más largo.
- Accesos: Desde los pueblos de Fleix y Benimaurell parten los principales senderos.
El reto de los 6.800 escalones
El sendero circular que recorre el Barranco del Infierno se ha hecho famoso por sus interminables escalones de piedra. Construidos por los moriscos para conectar los pueblos y llegar a los huertos situados en las paredes del barranco, representan hoy uno de los mayores desafíos de trekking de la península.
Durante la ruta, se atraviesan puentes medievales, se cruzan barrancos secundarios —como el Barranc de Racons— y se disfruta de paisajes únicos. La dificultad de la caminata es alta, pero la recompensa también lo es: miradores imposibles, biodiversidad y la satisfacción de superar uno de los grandes retos del senderismo español.
El barranco, escenario de leyendas y retos deportivos
- La leyenda dice que el mismísimo Diablo se esconde en los recovecos más oscuros del barranco, donde las nieblas se arremolinan y los ecos parecen susurrar en árabe antiguo.
- En la actualidad, el barranco es sede de carreras de montaña, maratones y pruebas de trail running que atraen a participantes de toda Europa.
Descensos de barrancos y espeleología
El Barranco del Infierno es también un destino insuperable para la espeleología y el barranquismo. Equipos profesionales ofrecen descensos guiados por tramos acuáticos con rápeles, toboganes y saltos, sobre todo en época de lluvias.
La combinación de historia, aventura y naturaleza salvaje hace del barranco una visita obligada tanto para deportistas como para viajeros que buscan emociones fuertes.
Gastronomía: Sabores auténticos y tradicionales
La gastronomía laguarense es fiel reflejo de su historia agrícola, con productos de temporada y recetas transmitidas de generación en generación. Comer en la Vall de Laguar supone viajar por los sabores auténticos de la Marina Alta, alejados del bullicio turístico y plagados de autenticidad.
Platos tradicionales que debes probar
- L’olleta de blat: Un guiso contundente a base de trigo, judías, verduras y embutidos, típico de las jornadas frías y las celebraciones.
- Putxero de Nadal: Cocido tradicional de Navidad, con garbanzos, verduras, carne y embutidos locales.
- Arroz al horno: Versiones locales con costra, cocinadas en hornos de leña y servidas en recipientes de barro.
- La “coca amb tomaca”: Masa de pan casero cubierta con tomate, pimientos y, en ocasiones, atún.
- Cerezas: La Vall de Laguar es famosa por su cosecha anual, que tiñe de rojo los bancales en primavera.
Vinos, licores y dulces caseros
No podemos olvidar los vinos artesanales y licores como el mistela y el herbero, elaborados con hierbas recolectadas en las inmediaciones del valle. Los dulces caseros, principalmente a base de almendra y miel, son auténticos manjares, destacando la coca maría y los rollos de aguardiente.
Restaurantes y casas rurales
- Restaurantes familiares: En cada uno de los pueblos, pequeños restaurantes ofrecen menú del día basado en la tradición local, con productos frescos de la huerta y caza.
- Bares de pueblo: Punto de encuentro y charla, ideales para probar embutidos caseros, quesos de cabra y buen vino de la Marina.
- Casas rurales con comida a la carta: Muchas de las casas rurales ofrecen a los huéspedes la posibilidad de degustar platos típicos preparados en la propia casa.
Fiestas, tradiciones y cultura popular
Las celebraciones populares son otro de los grandes atractivos del valle. Pese a la pequeña población, su calendario festivo está repleto de romerías, fiestas patronales y tradiciones únicas que condensan el espíritu participativo y hospitalario de los “llaguarins” (gentilicio local).
Fiestas patronales
- Festes Majors de cada pueblo: Normalmente celebradas en verano, incluyen procesiones, juegos populares, fuegos artificiales, verbenas y comidas al aire libre.
- Fiestas de Moros y Cristianos: Espectáculo colorido y emocionante que rememora las batallas históricas y la convivencia entre culturas.
- La “Fiesta de la Cereza”: Celebrada al comienzo de la recogida, con mercadillos, concursos gastronómicos y puestos de venta de productos artesanos.
Romerías y encuentros
Las romerías al ermitorio de Santa Ana, en Benimaurell, o a la ermita de San José en Fleix, son eventos que unen a toda la comunidad y abren sus puertas a visitantes y devotos.
Costumbres ancestrales
- La “matacía”: Fiesta entorno a la matanza del cerdo, con elaboración de embutidos y comidas festivas comunitarias.
- El “tio de Nadal”: Tradición navideña con canciones, dulces y regalos para los niños.
- Cantos de rondalla: En celebraciones señaladas, los grupos locales interpretan canciones populares y bailes tradicionales.
Patrimonio y puntos de interés
Más allá de la naturaleza y el senderismo, La Vall de Laguar ofrece un patrimonio sorprendente que combina lo religioso, lo etnográfico y lo civil. Desde antiguos castillos, lavaderos, fuentes, iglesias, hasta vestigios de arquitecturas defensivas y agrícolas, todo aquí cuenta una historia.
Iglesias y ermitas
- Iglesia de la Natividad, en Campell: Edificio sencillo y acogedor que conserva elementos barrocos y que constituye el centro espiritual del pueblo.
- Ermita de San José, en Fleix: Pequeño edificio blanco situado en un entorno natural privilegiado, destino de romerías anuales.
- Ermita de Santa Ana, en Benimaurell: Un mirador privilegiado con vistas majestuosas sobre el valle y la costa.
Arquitectura popular
- Lavaderos municipales: Algunos de ellos, como el de Benimaurell, aún permanecen activos y recuerdan la vida rural de antaño.
- Las “casetes de bancal”: Pequeños refugios de piedra seca, antiguos cobertizos agrícolas dispersos por todo el valle.
- Molinos y aljibes: Repartidos por la geografía local, algunos han sido restaurados y son visitables.
Patrimonio natural y arqueológico
- Yacimientos prehistóricos: Cuevas con pinturas rupestres y restos íberos en las inmediaciones del barranco.
- Castillo de Atzubieta: Aunque hoy sólo se conservan ruinas, ofrece una panorámica increíble y un aura legendaria.
- Fuentes y manantiales: Como la Font dels Olbis, con aguas puras y frescas.
Alojamiento: ¿Dónde dormir en La Vall de Laguar?
Quedarse a dormir en la vall es, de alguna forma, completar la experiencia de inmersión. Respaldada por una oferta de casas rurales, hostales familiares, pequeños hoteles y apartamentos, el viajero encontrará opciones para todos los gustos y bolsillos.
Casas rurales
En los tres pueblos del valle es posible alquilar casas rurales, muchas de ellas rehabilitadas con exquisito gusto y con todo tipo de comodidades. Suelen ofrecer jardín, terraza, chimenea y una tranquilidad absoluta. Ideales tanto para familias como para parejas o grupos de senderistas.
Hoteles y hostales rurales
- Hoteles boutique con encanto: Algunos gestionados por lugareños, con decoración cuidada y gastronomía local.
- Hostales familiares: Sencillos, limpios, y con trato personalizado, además de precios muy asequibles.
Alojamientos rurales con piscina
Varios alojamientos cuentan con piscina, imprescindible tras una jornada intensa de senderismo. Además, algunos ofrecen talleres de cocina, catas de vino y otras actividades culturales o deportivas.
Camping y turismo de autocaravanas
Si buscas una opción más aventurera, en el entorno existen campings y áreas habilitadas para autocaravanas, con servicios básicos y un contacto absoluto con la naturaleza.
Consejos prácticos para visitar La Vall de Laguar
Para aprovechar al máximo tu experiencia en La Vall de Laguar, conviene tener en cuenta algunos consejos prácticos:
- Cuándo ir: Primavera y otoño son las mejores estaciones por clima y belleza paisajística. Verano puede ser caluroso y en invierno puede haber nieblas y lluvias, aunque el paisaje es especialmente bucólico.
- Cómo llegar: El coche propio es la opción más recomendable por la escasa frecuencia de transporte público. También puedes llegar en bicicleta si eres un aficionado experimentado.
- Respeto al medio ambiente: No dejes basura, respeta los caminos, no recolectes plantas protegidas y mantén un comportamiento responsable.
- Equipaje recomendado: Calzado de montaña, gorra, capa de lluvia en invierno, mochila ligera y bastones para quienes hagan rutas exigentes.
- Servicios: La zona cuenta con tiendas de comestibles, pequeños supermercados y cajeros, pero algunos establecimientos solo abren a determinadas horas: infórmate antes de tu viaje.
- Idiomas: El valenciano es la lengua habitual, aunque todos los vecinos hablan también castellano y el trato es siempre cordial.
Excursiones cercanas y rutas en la Costa Blanca interior
La ubicación estratégica de La Vall de Laguar facilita la realización de otras excursiones de un día por el interior de la Costa Blanca, lo que permitirá enriquecer aún más tu experiencia.
Pueblos con encanto cerca de La Vall de Laguar
- Orba: Conocido por su tradición alfarera y su coqueto casco antiguo. Ideal para comprar cerámica local.
- Tormos: Pequeño pueblo agrícola, rodeado de campos de naranjos y conocido por sus fiestas locales.
- Parcent: En la vecina Vall de Pop, famosa por sus bodegas y rutas de vino.
- Vall de Ebo: Destino imperdible para los amantes de la espeleología, gracias a la impresionante Cova del Rull.
- Pego: Ciudad histórica con mercado tradicional y acceso al Parque Natural de la Marjal de Pego-Oliva.
Rutas de senderismo y bicicleta
- Ruta del Cavall Verd: Desde Benimaurell hasta la cima, con vistas de 360º sobre la comarca.
- Ruta circular Orba-Fontilles: Apta para senderistas de nivel medio y para bicicletas de montaña.
- Ruta de las ermitas: Recorrido por las principales ermitas rurales del entorno.
- Ruta de los cerezos en flor: En primavera, los bancos de cerezos ofrecen un espectáculo visual que recuerda a Japón, con la ventaja de estar en plena Costa Blanca.
Visitas culturales y actividades familiares
- Mercadillos y ferias artesanas: Los fines de semana, muchos municipios de la Marina Alta organizan mercadillos con productos artesanos, música y actividades infantiles.
- Agroturismo y talleres: Labores agrícolas tradicionales, recogida de cerezas, elaboración de dulces, visitas a bodegas, catas de miel y queso.
- Museos etnológicos: En Orba y Pego, pequeños pero interesantes museos que muestran la vida rural de antaño.
Conclusión: La Vall de Laguar, un destino inolvidable
La Vall de Laguar es mucho más que un simple destino de interior; es un remanso de paz, una ventana a la historia mediterránea, un santuario para los amantes del senderismo y un paraíso natural por descubrir. En medio de la Costa Blanca, encierra los aromas auténticos del bosque, el murmullo de sus fuentes, la historia rebelde de los moriscos y la calidez de un pueblo que ha sabido conservar su esencia.
Venir a la Vall de Laguar es desconectar para conectar; es perderse entre bancales, senderos y tradiciones milenarias. Es, en definitiva, descubrir la auténtica joya escondida de la Costa Blanca.
¿Estás preparado para explorar uno de los secretos mejor guardados de Alicante? Descubre la Vall de Laguar y deja que la magia del interior mediterráneo conquiste todos tus sentidos.

